Yo no valgo la pena, pero mientras me miras en silencio, quiero contar tus pestañas y acompañarte en las horas tristes. Y en las sonrisas...
Puedo mostrarte que no soy perfecta y quizá pudiera hacer tu vida más sencilla sin que tú apenas hayas aprendido el color de mis ojos.
Soy una oveja negra que no pone escudos a sus sensores y, aunque pise cristales con los pies desnudos, jamás dejaré de hacerte reír...
Está claro que el tiempo no se pierde, sabe su destino y a él nos encamina... en nosotros está el ir con piel de oveja blanca, negra, o piel de lobo. Ve de oveja...pero lleva una daga en la la liga...por si acaso. :))
ResponderEliminarBss
De borrega, voy. Trasquilada!
EliminarLa daga, debajo del colchón, por si las sorpresas...
Muaa!
Esto.....¿Es un guiño?
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