Tengo besos naranjas para los despertares, llenos de energía, que iluminen tus días.
Para la hora de comer tengo besos verdes, alimenticios y nutritivos, sientan de maravilla incluso después de un aperitivo.
Para la tarde guardo los besos azules, más calmados y espirituales, de los que reconfortan desde dentro llenando cada rinconcito de tu alma.
Y, para la noche... ¡ay! ¡para la noche! Para la noche reservo los besos rojos, intensos, ardientes, prolongados o cortitos, de los que te harán reír, sudar, gritar...
Todos los besos de colores para ti, para que aliñes tu corazón con la sal de mis labios.
Nunca be contado cuantas veces he besado ni cual había sido el mejor beso de mi vida hasta que ha llegado.
Imposible describirlo...
Suele ocurrir... ¡enhorabuena!
ResponderEliminarbesos, discretos, azul cielo
Pues lo has descrito, sí, o yo casi los imagino.
ResponderEliminarMe encanta leer ésto. No pares.
Me quedo con el azul... uno pati.
Muummmmmmmm que post tan dulce...
ResponderEliminarDe todos, el último siempre es el mejor... tiendo a olvidarme de los demás :)
Besos, Montse.