Acostumbro a pensar mucho, demasiado, antes de no hacer nada.
Sólo quiero que sepas que nunca voy a pedirte nada más de lo que ya me estás dando
seguiremos así, amándonos sin rebajas
con esta oscuridad a la carta de poder cerrar los ojos cuando deseemos
y esperar el milagro de las manos adivinando el roce exacto
y esperar el milagro de las manos adivinando el roce exacto
anhelando el deseo de que mojes mi placer con tu alevosía.
Hace tanto tiempo ya que olvidé a qué saben mis lágrimas...
pero te aseguro que sería capaz de reconocer el sabor de tu sexo entre mil.
Quiero sentir eternamente la libertad de estar desatadamente atada a ti.
La Puri.
Lo dicho. Es que la Puri, es mucha Puri. ¡Vaya peazo hembra!
ResponderEliminarEl final, de antología: ¡yes, sir!
Sí, Ulises, esta chica no deja de sorprenderme.
ResponderEliminarCuídamela.
Hola Montse al revés.
ResponderEliminar"anhelando el deseo de que mojes mi placer con tu alevosía."
Pareciéndome bueno el conjunto yo, modestamente, me decanto por estos versos.
Abrazo sin rebajas.
Ah, la Puri estará muy contenta. Y si no, es para que la dejes. Pero es un poema muy enfocado. No digo que no tengas derecho. Pero, ¿y el resto de los pobres mortales?
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ResponderEliminarUish la Puri... esto de desatarse atándose me lo tienes que contar, Puri, que a mi me suena a cuento chino o, en su defecto, a un truco de Houdini, Hudini, Judinie, Eh! Jude... perdón, que se me va.
ResponderEliminarPues yo no puedo olvidar el sabor de mis lágrimas porque necesitan salir a diario, creo que ven más mundo que yo y todo. Pero es que ellas son así, y las telarañas que dulcemente (y sin cobrar) guardan mi "tesoro" son muy simpáticas, me invitan a tomar té alguna que otra tarde.
Así que la Puri ha vuelto... jatetú, que empezaba a preguntarme que había sido de ella...
Besos, besos miles a repartir entre todas nuestras patologias varias, a saber: neuras, personalidades varias, bipolaridades (que si, que lo sé yo, que estas montañas rusas no iban a ser del todo sociables).
Un besazo guapaaaaaaaaaaaaaaaa (grito a lo Xena)
Jajajajaja.
Me suena lo de la Puri... Cuídeseme Estnom.
ResponderEliminarDiríamos "música transmutada", Secre?
ResponderEliminarYa nos entendemos.
No se me confunda, querido Nán.
ResponderEliminar¿Está Vd. dentro del resto de los mortales?
Yo tampoco lo tengo muy claro lo que dice, Madu, pero es que ella es 'asin', se ata desatándose y se deslía liándose, vamos, que se enrolla como una persiana.
ResponderEliminarOye, lo de las telarañas no tiene desperdicio, jajaja.
Feliz semana, linda.
Estimada Carmen, no me extraña que le suene, algún conocido suyo (creo), lo dijo antes parecido pero mucho más dulce y romántico.
ResponderEliminarEs que la Puri es muy bestia la tía, eso sí, sentir siente como nadie, sin copia.
Besicos, muchos.
Como le decia al Doctor Vitamore, soy adicta, adicta a estos genios que pululan por internet. Estoy enganchá, éste es otro de ellos.
ResponderEliminarEstoy enganchá y atá a ti.
Lo peor es que no quiero desengancharme.
Me encantas, me alegras cuando leo tus comentarios en otros blogs, genial eres genial.
pero no crea que pido un poema para cada uno. No. Lo que pido es que el poema sea "utilizable" por todos. Siguiendo la teoría del cartero de Pablo Neruda que decía que "la poesía es para el que la necesita".
ResponderEliminar(y sí, me considero mortal, enfermable y todo eso... pero procuro hacerle el menor caso posible).
Sentirse obligado es, justamente, sentirse ob-ligado, es decir: ligado hacia.
ResponderEliminarPregúntale a Puri, si ella consigue saberse comprometida con ese amor suyo... sin sentirlo como una obligación.
Y, algún día, me cuentas.
Besos, Tarrestnom.
Pues comprueba los nudos, Mami, no vayamos a soltarnos.
ResponderEliminarY agárrate que vienen curvas.
Beso tus ojos.
No sé yo si luego no haces nada.
ResponderEliminarAhora que lo de pensar mucho sí que lo haces.
Hay libertades que sólo se alcanzan en medio de esa contradicción que alterna las ataduras con las desataduras.
Besos.
Nán, querido, llévese mis letras, seguro que sabrá como repintarlas para que luzcan como nuevas.
ResponderEliminarY si es mortal, deje que le bese en el pecho, justo en la piel que cubre su gran corazón.
Dédalus, dice la Puri que comprometida, no, pero no se explica.
ResponderEliminarYo creo que no tiene nada detrás de los ojos, como los pájaros que comen migas que uno les tira: Te miran, las comen y se vuelan. No queda nada.
Caricias, Ojikru nanauj.
Tú si que sabes, Ybris, de esto y de todo.
ResponderEliminarUn beso, Maestro.
Mi señora, acepto encantado el beso, pero no el otro encargo, porque usted lo hace la mar de bien, es usted quien debe decir cuando dice y además yo tengo la sangre ya un poco fría.
ResponderEliminarNo crea que criticaba su escrito, que como digo está muy bien, pero me gusta acicatear un poco para que todos vayan un poco más lejos. ¡Puñetero que es uno a veces!
Cuando Nán se pone (dice él que) puñetero, yo suelo abrir las orejas lo más posible.
ResponderEliminarLa combinación de los versos nos cuenta mucho, y como también nos recuerda el Nano, la poesía es de quien la necesita. Al cincuenta por ciento con el autor, supongo.
Cuídesenos, Dama єѕтησм.
A esto le llamo yo, fisicidad.
ResponderEliminarSinceramente, Nán, así le imaginaba yo, con la sangre muy fría, pero seguro que cuándo se le calienta (la sangre) más vale que coja a los de su alrededor confesados.
ResponderEliminar¿Me equivoco?
Abra Vd. las orejas, Micro, si es lo que desea.
ResponderEliminarYo preferiría que fueran sus brazos para recibir este abrazo que le mando.
Fisicidad!!!!
ResponderEliminarEso es, Raul, acertaste de lleno.
Eres un genio.
Lo mismo digo! Te dejaria caricias, pero prefiero dejarte huellas.
ResponderEliminarMuy profundo, Alf.
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